Michael Moore sigue haciendo de las suyas. Un tipo que maneja a la perfección la ironía, se deja caer en el cinismo de vez en cuando, y que debe resultar divertidísimo en una cena. Aunque parece que los años le van rebajando la mala leche y la acidez de su carácter se va volviendo más consensual.
En su último documental, ¿Qué invadimos ahora?, este cineasta comprometido sigue analizando las fallas del sistema ultra-liberal del capitalismo americano y lo enormes problemas que ello acarrea a su sociedad, pero esta vez desde el otro lado del Atlántico, buscando en otros países, especialmente europeos, alternativas que pueden solucionar estos atroces disfuncionamientos.
Hay que reconocer la valentía de alguien que, sin duda, quiera a su país pero es lo suficientemente clarividente para hacer una crítica de lo que no funciona correctamente en él. El inicio de ¿Qué invadimos ahora? es tan audaz, como divertido, en un repaso de todas las guerras que los americanos han perdido desde 1945.
Una vez comenzado el periplo por el viejo continente, a Michael Moore se le cae la baba ante las vacaciones pagadas de los italianos, la educación nórdica, la presencia de las mujeres en política, el sistema de prisiones noruego, el procesamiento de los bancos tras la crisis financiera de 2008, la gratuidad de las universidades, las cantinas escolares francesas… comparándolas con lo que ocurre en el país de todas las oportunidades (concepto que hace mucho tiempo ya no tiene tanta actualidad).
Un documental que resulta apasionante, quizás, no por las razones que Michael Moore concibió sino por el otro lado del espejo, que se desvela desde su perspectiva personal. Una innegable constatación: el cineasta recibe de todos nuestros países vecinos, Francia, Portugal e Italia, informaciones y funcionamientos que mejorarían la calidad de vida de los americanos.
Pero en España no se para. Ni la cita. Quizás es que poco podemos enseñarles, dado que cada vez nuestros políticos quieren seamos más parecidos al país de los sueños rotos (privatización de la enseñanza y de la sanidad, corrupción de partidos, disminución de las prestaciones sociales, ley mordaza…). ¿Quién querría eso en su país?
Por ello, ¿Qué invadimos ahora? sea mucho más necesario para nosotros, de lo que parece a primera vista. Viendo lo que hemos conseguido en el pasado y el estado actual, merece la pena luchar para que aquí no desaparezca, lo que los demás países civilizados siguen conservando, y por supuesto, defienden con uñas y dientes.
Cómo se va a parar en este país,si como bien dices, aqui el gobierno quiere recortar todo mientras la corrupción campa a sus anchas.
Una vergüenza y por eso es necesario el documental.
Un abrazo Carlos.
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Querido Fernando, qué razón tienes. Abrazos. Lo que me extraña es que se diga tan poco.
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