Año tras año, los festivales se esfuerzan en encontrar una imagen que represente, lo mejor posible, la nueva edición de sus certámenes. Siguiendo las corrientes de diseño vigentes, enfrentándose visceralmente a ellas, e incluso, manteniendo una identidad gráfica o conservando una tradición visual, cada cosecha nos aporta novedades.
Verdaderas joyas que cumplen a la perfección su finalidad, o intentos, más bien fallidos, en el difícil arte de resumir en un único impacto visual toda la filosofía de un festival. Repasamos lo más destacado de 2015.
El festival de cine más antiguo del mundo, Venecia, en su 72ª, y el más mediatizado, Cannes, continúan con tendencia nostálgica que recuerde el pasado glorioso del séptimo arte o haga referencia a secuencias inolvidables de míticas películas.
Si Cannes, absolutamente sobrio y estilizado, no dudó en escoger a la actriz sueca Ingrid Bergman, como icono del cartel de su 68 edición; Venecia se lanzó a una reinterpretación de París, Texas (Wim Wenders, 1984). Clasicismo nostálgico con un toque de modernidad en los colores.
Uno de los motivos más recurrentes, repetido hasta la saciedad en múltiples variaciones, es el motivo del ojo o cámara. Ya sea, en versión figurativa o más bien abstracta, de nuevo, los festivales de Houston, Durban, Edimburgo, Montreal, Seattle y Valencia han coincido en la inspiración ocular repitiendo su protagonista.
Mención aparte merece el de San Sebastián que, pasando de un monástico minimalismo en 2014, se lanza al más frenético y psicodélico maximalismo 2015. Un cartel que da para muchas horas de interpretación y discusión entre amigos (no descartamos que un uso moderado de “despierta sensibilidades” ayude a descubrir su “ingenua belleza”).
Según parece, otra de las tendencias emergentes es la vuelta al color, después de una época de crisis y tonos apagados, parece que la paleta de los ilustradores se ha vuelto más lanzada y alegre Buenos ejemplos, son los carteles de Berlín, Málaga o Valladolid.
Entre tanta variedad hay tres festivales que ha preferido aventurarse por caminos menos habituales. Sitges se ha lanzado a un excelente homenaje al arte que, podría ser tanto pictórico como cinematográfico, con su guiño gore habitual.
Ourense ha sabido, con una sobria sencillez, resaltar un elemento básico de todo festival que precie, la alfombra roja, y Karlovy Vary, en su 50º aniversario, ha querido rendir un homenaje al componente humano, base y esencia de todo evento cultural, técnicos, público, prensa, organizadores…
Una excelente cosecha que, evidentemente, dista mucho ser completa. Ahora te toca a ti anunciar tu cartel preferido, un buen descubrimiento, alguno llamativo o innovador…
Fantásticos carteles.
No hay mejor destino para un cinéfilo que un festival de cine.
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Me encanta el de Cinemajove de Valencia y el mitico festival de Karlovy Vary conmemorando el 50 aniversario como si fuera una pelicula, es genial.
Sabeis de alguna web para ver carteles de films actuales?
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