En Nuev@s Director@s no todo es vigilia la de los ojos abiertos


por Carlos Loureda

Mientras que la inmensa mayoría de las miradas cinéfilas se centran en la Sección Oficial, las Perlas del festival y Horizontes latinos, estas Crónicas tienen un cariño especial al apartado de los más novedosos y prometedores cineastas, que libran en este rincón de un certamen, muy rico en propuestas, sus primeras o segundas obras como realizadores.NTV2La sección no ha podido comenzar más poéticamente, a partir de unos versos de 1928 del escritor argentino Macedonio Fernández (Buenos Aires, 1874-1952): no todo es vigilia la de los ojos abiertos. A cosas de nuestra alma vigilia llama sueños. Hermes Paralluelo se inspira de esta prosa poética para su magnífico título, No todo es vigilia, e inmenso homenaje a nuestros mayores.YatastoTras un debut más que prometedor en 2011, con Yatasto (la historia una familia de carboneros argentinos, medio documental mezclado con una estilizada puesta en escena), el cineasta confirma su potente talento en cada uno de los planos de la película. En esta ocasión el director ha querido contar la historia de una pareja de ancianos que llevan 60 años juntos. A los problemas de salud, se une el miedo a quedarse solo o tener que acabar en una residencia, lejos de sus referencias vitales, en la casa de toda la vida, sus pequeñas costumbres y grandes manías y, por supuesto, sus metódicos y parsimoniosos paseos, cuando el tiempo y los achaques lo permiten.NTVCombinado lo mejor que sabe recrear, la realidad más verídica, con una dirección de escena teatralizada, sustrayendo todo elemento perturbador, Hermes Paralluelo mima a sus personajes. Imposible no pensar en una personal versión de Amour de Michael Haneke, con la remarcable y muy agradecida opción de no juzgar a nadie y tratar humanamente a sus personajes, no como casos clínicos, método al que nos tiene acostumbrados el director austriaco.AmorUna mención muy especial se merece el director de la sublime fotografía de la película, Julián Elizalde, que juega con una paleta de luces y sombras, digna de los retratos barrocos de los pintores holandeses del siglo XVII. Un tierno homenaje a lo que mejor se conoce, puesto que los protagonistas se llaman Felisa Lou y Antonio Paralluelo, que no duda en lanzarle al espectador varias preguntas que, quizás, no queramos responder, ¿por qué tanta soledad? o ¿cómo pueden estar tan desiertos de personal y de visitas esos fríos hospitales?Macedonio FernandezComo una premonición de Macedonio Fernández en uno de sus textos, se vive despierto, dormido y soñando; se sueña dormido o bien, despierto (imaginación, delirio, demencia), la sección de Nuev@s Director@s promete, durante los próximos días, todo eso y mucho más.

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