Este año festejamos el aniversario de varios certámenes de cine LGTBIQ. La excelente labor de la Fundación Triángulo, que organiza a través de todo el territorio cinco festivales, Andalesgai, Cinhomo, Fancinegay y Lesgaicinemad, ha visto su compromiso, respaldado por miles de espectadores, que no dudan en seguir una programación rica, arriesgada y marcada por la diversidad y la toleración. En 2015 a los 20 añitos de Lesgaicinemad se suma la mayoría de edad de Fancinegay. Feliz cumple a todos/as.
Cuando se conoce la complejidad y dificultad de componer una programación coherente, no podemos dejar de extasiarnos ante la inteligencia y sutileza del programa del FanCineGay de Extremadura, al programar en la misma edición dos películas, de horizontes muy diferentes, que dialogan a la perfección entre sí, Lilting y El virus del miedo. Una excelente elección digna de un programa doble.
Ventura Pons, con su talento habitual, se apropia de la impresionante obra de teatro “El principio de Arquímedes”, de Josep María Miró, adaptándola muy cinematográficamente a la gran pantalla. Con una estructura cronológica desestructurada, efecto estilístico que comparte con Lilting, añade, aún si cabe, más tensión a una historia que produce verdaderamente miedo.
Jordi, entrenador de un polideportivo, para tranquilizar a uno de los niños a los que está enseñando a nadar, le da un casto beso en la mejilla, sin ninguna intención malsana y como si fuese su propio hijo. Este hecho desencadena una serie de acontecimientos, en los que hasta su compañero de trabajo y la directora del establecimiento se verán obligados a posicionarse (en el cuerpo de sus tres inspirados protagonistas, Roser Batalla, Rubèn de Eguia y Albert Ausellé).
Lilting, primera realización y guión de Hong Khaou, inspirándose de su propia experiencia, nos narra el duelo que debe asumir la madre de Kai, de origen camboyano, ante la desaparición de su hijo y la inesperada presencia de su “mejor amigo” en su residencia de ancianos.
Tanto El Virus como Lilting comparten ese espacio cerrado y claustrofóbico del miedo. La madre de Kai se encuentra aislada en su propio universo, dado que nunca ha aprendido inglés, y la única conexión con el exterior era su hijo. En El Virus, el polideportivo cierra sus puertas ante la insistencia de unos padres que, intentan proteger a sus hijos, ante un clima de inquietud generalizada.
Alta tensión, interpretaciones sublimes (¿alguien puede dudar aún que Ben Whishaw es uno de los mejores actores de su joven generación –por cierto, impecable en Langosta-?), reconocimientos internacionales, Lilting se llevó el premio a la mejor fotografía en Sundance 2014 y unas historias que no tienen nada que ver con el género. El miedo, por desgracia, no tiene sexo.
La resonancias entre las dos películas son tantas y tan exquisitas que dan ganas de verlas en doble sesión. Enhorabuena a todos estos certámenes, a su excelente programación y a por los 18, 20 o 50 próximas ediciones.
A mí LILTING me encantó.,una película llena de silencios y de una emoción sin estridencias..bellísima.
Un saludo Carlos.
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