por Carlos Loureda
Casi al rozar el ecuador del festival, las innumerables críticas de las películas se suman a este reino de la diversidad que es San Sebastián. Una total diferencia de opiniones ha establecido su corte en la ciudad y por el momento nadie ha logrado conquistar la batalla de la unanimidad. Esta variedad es el mejor distintivo de lo que puede ofrecer hoy en día el cine, un campo abierto al debate y al intercambio de opiniones.
En San Sebastián ya empiezan desde pequeñitos
La Fundación MAPFRE ha tenido la brillante idea de instalar una carpa en medio de la ciudad para mostrar a los más pequeños, y sin duda futuros espectadores de cine, los secretos de este universo y acercarles a la magia de este arte. En el Pequeño Estudio de Cine se comienza por familiarizar a los niños, de 3 a 12 años, con los objetos que fueron los primeros instrumentos de un protocine, las linternas mágicas o los juegos de sombras. Después hay un espacio dedicado a la proyección (cortos de Japón, Rumanía, Estados Unidos, Francia, España, Letonia, Dinamarca o Canadá) y escenario de múltiples actividades, guiadas por las responsables este pabellón infantil, Olga e Irati. Pero el lugar que despierta el mayor interés es el camerino donde se les maquilla y disfraza.
El “yo, de mayor, quiero ser artista” ya se puede conseguir sin tener que esperar hasta los 20 años durante el Festival de San Sebastián. Aunque la sonrisa de los padres que acompañan a los peques indica que ellos se lo pasen incluso mejor que sus hijos. Quizás, sin saberlo, haya cruzado entre la multitud al próximo Premio Donosti 2050…
Allá en el rancho grande, allá donde vivía…
El Festival 4+1 colabora por primera con San Sebastián y presenta uno de los ciclos más interesantes del certamen. Una muestra del cine mexicano más actual e interesante con una serie de películas de los más novedosos directores del país. Tras el sorprendente Abel, la rompedora Revolución, aunque queda tiempo para descubrir un docu-verdad lleno de poesía como Alamar, una verdadera joyita llena de intriga y misterio en Intimidades de Shakespeare y Victor Hugo o la extraordinaria Norteado.
En San Sebastián caben todos los países así como todas las opiniones. Ese es el espíritu del Festival, una apertura hacia los demás que, al final, nos permite conocernos mejor a todos.