Variaciones del cuento de Caperucita Roja se han visto en todas las artes visuales: pintura, fotografía, teatro, y por supuesto, en cine. En la última y más osada del cineasta francés, Alain Guiraudie, todos los protagonistas son homosexuales y el bosque es el lugar más cerrado y hermético del universo. Diez días, como diez soles, de un verano tórrido al borde de un lago espectacular en la que aunque muchos se conocen íntimamente, casi todos se consideran desconocidos. Como todas las vacaciones, Franck llega con su camiseta roja (la capa para el verano es poco práctica) en su coche al aparcamiento de la zona de ligue gay del lago naturista. Cuerpos (más bien que caras) conocidos, un solitario en un esquina que no se quita ni la camiseta ni la bermuda y, por supuesto, el nuevo -un machote al más puro estilo Magnum década de los 80- desconocido que, mala suerte, ya está acompañado.
Caperucita Franck pasa el tiempo hablando con Henri (“la abuela” que no sabe muy bien ni lo que hace allí ni tiene ganas de bañarse ni interés alguno en una vida que se le repite sin ninguna variación), y por encima de cualquier otra actividad, observando el mínimo gesto y los amplios movimientos del lobo feroz, Michel. De día, acompañando a Henri y desgranando la problemática de pájaros y flores; de noche, atraído por Michel, espiando sus juegos sexuales y mortales. Evidentemente, un lobo es feroz o no es lobo.
Han transcurrido ya tres días y el último amigo, más que íntimo de Michel, ha desaparecido y, en su lugar, en medio de una multitud de hombres desnudos, entra en escena un inspector, un tanto surrealista, mordaz y completamente vestido, para investigar el extraño suceso. “Una madre” que intentará descubrir la verdad y prevenir a Franck de que «él que con los lobos anda, con algún mordisco acaba», como mínimo.
Javier Gurruchaga cantaba en el pleistoceno una divertida canción que decía: Hola, mi amor, ¿soy yo tu lobo?, versión pop de la expresión latina «homo homini lupus», el hombre es un lobo para el hombre. Todos en algún momento somos los lobos de alguien. La cuestión es si acabamos mordiendo o no.
La película más interesante, sin duda hasta el momento, de la filmografía de este ingenioso cineasta que filma el sur francés como si fuese el oeste americano, mezcla de alegorías y crónicas sociales y que, acostumbrado a que muchas películas heterosexuales se transformen en metáforas homosexuales, ha querido por una vez intentar lo contrario.
Empresa coronada de éxito: premio mejor director, sección Un Certain Regard, en Cannes 2013, un par de escenas de sexo explícitas que han provocado un ataque de nervios en algunos sectores, un cartel lleno de sorpresas censurado en algún ayuntamiento francés (que Santa Lucía les conserve la vista y la diosa Edrielle la imaginación) y un sobresaliente en estética y suspense.
Jajajajaja..Carlos.muy buena tu crítica,asique a ver si hay suerte y puedo verla!.
Recuerdo que hace años,las películas de temática gay que llegaban eran casi siempre películas malas,sin ningún interés.
Pero de pronto empezaron a salir películas con mayor calidad de un tiempo a esta parte(Shelter,Weeekend,Keeps the lights on,I want u y ahora ésta).
Nada,que siga la cosecha de buen cine,sea del tipo que sea.
Un saludo Carlos y disfruta del verano!!!!!
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Ya te echaba de menos Fernando. Pues sí, tienes todo la razón se está haciendo un cine LGTB alucinante en estos momentos. En las listas del cine de autor de muchos países tanto Weekend, como Keep the lights on, estaban entre las mejores del año. Esta peli dará que hablar y, bajo una aparente sencillez, es más malvada y provocadora (más los diálogos que las imágenes) de lo que aparenta. Deseando que la veas para que me comentes. Hasta muy pronto, compa. Por cierto, yo sigue aquí en verano así que espero que no me dejes solo… jeje
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Hola Carlos:
¿Sabes si tiene fecha de estreno en España?.¿Quizá en algun festival de cine LGTB?.
Gracias y un saludo!13
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Querido Fernando: todavía está funcionando y, por cierto, muy muy bien en salas francesas. Más de 70.000 espectadores… Seguro que pasará pro todos los festivales LGTB de Madrid, Barcelona… Ya te diré. Hasta muy pronto, amigo
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